A VUELTAS CON LA CIUDAD RESIDENCIAL
Perlora.
La Ciudad Residencial de Perlora esta dando mucho que hablar en los últimos tiempos, primero con la privatización de la misma, después con la concesión de la gestión a un consorcio de empresas y ahora con la forma que estos quieren darle a la zona para convertirla en lo que podría ser un importante complejo turístico. Al parecer las bases del contrato de explotación de la Ciudad Residencial de Perlora permitirían, previa aprobación del Gobierno Asturiano, la realización de construcciones no previstas en el plan inicial. Por otra parte el altísimo coeficiente de edificabilidad propuesto por la nueva gestión esta muy por encima de lo permitido en los planes urbanísticos del Ayuntamiento de Carreño para el área. Es por ello que el grupo de gobierno municipal, formado por el PSOE e IU, está tratando de aclarar la cuestión antes de dar vía libre a un proyecto que podría cambiar la fachada marítima de Carreño.
El consorcio está formado por seis empresas (Diseños Inmobiliarios Urbanita S. L., Contratas Iglesias S. A., Urogallo Entrego, S. A., Urogallo Langreo S. A., Toribión Gestión de Ocio S. L.) y la persona física Manuel Ángel Menéndez Martínez. Estos deberán constituirse en sociedad anónima antes de comenzar unas obras que supondrán una inversión total de 82.888.898 euros. Por su parte el Principado de Asturias mantendrá el 20 por ciento de las acciones. El proyecto habla de la creación de 200 puestos de trabajo repartidos en diversas instalaciones, entre ellas un hotel de cuatro estrellas y un centro de talasoterapia, un aparthotel, un complejo deportivo, un restaurante de autor, varios restaurantes temáticos y algunas villas residenciales.
La Ciudad Residencial nació como una estructura de descanso para los trabajadores. El complejo tuvo un gran auge en las décadas de los 70 y 80 para después caer en una profunda depresión. El 23 de octubre de 2007 el Gobierno de Asturias adjudicó la gestión de la Ciudad Residencial por un periodo de 50 años a un consorcio formado por empresas privadas asturianas. Aunque la remodelación de este área podría suponer una importante inyección a la economía del Concejo no hay que olvidar que el interés paisajístico de la zona y la riqueza natural de la costa no deberían ser puestas en peligro por una excesiva cementización en aras de una especulación inmobiliaria que ya ha provocado demasiados daños sociales y ecológicos en otras zonas del Estado.
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